Por segundo año consecutivo, cientos de adultos y niños han caído enfermos de tos ferina en el condado de Dallas, lo cual está causando alarma entre expertos en salud pública.
Se suponía que la enfermedad, también conocida como pertussis, había desaparecido hace décadas después de extenderse el uso de una vacuna.
Pero los niños vacunados continúan enfermándose de tos convulsiva, algunos hasta el grado de necesitar hospitalización. Ya se reportó una muerte este año en el condado.
"La vacuna que hemos estado usando desde hace 10 ó 15 años es más segura pero menos efectiva" que las versiones anteriores, dijo el doctor Jeffrey Kahn, director del área de enfermedades infecciosas en el Children's Medical Center Dallas, que este año ha dado tratamiento a 130 niños con tos ferina.
La actual vacuna contra la pertussis, que se ha estado usando ampliamente desde mediados de la década de los 90, es administrada en una serie de cinco inyecciones, empezando desde los dos meses de edad hasta los 6 años.
En el 2005 un brote a nivel nacional hizo al gobierno recomendar otra inyección de refuerzo para adolescentes de 10 a 18 años.
Aún se desconocen los efectos de la vacuna de refuerzo, dijo Chris Van Deusen, portavoz del Departamento de Servicios Estatales de Salud de Texas, entidad que está monitoreando el brote de este año en el estado.
En Texas se habían reportado casi 2,400 casos de tos ferina hasta finales de septiembre. También se confirmó la muerte de dos bebés demasiado pequeños para ser vacunados, uno en Midland y otro en Dallas, agregó.
En el condado de Dallas se habían reportado 215 casos de tos ferina hasta principios de septiembre, en contraste a los 220 de todo el año pasado.
"Esto es extremadamente preocupante", dijo Lisa Cornelius, oficial médica del estado para enfermedades infecciosas. "Si se continúan diagnosticando casos a este ritmo, veremos la mayor cantidad de casos en Texas desde los 1950s".
El departamento estatal de salud emitió una alerta para todo el estado, recomendando a los doctores a estar atentos a la enfermedad.
La tos convulsiva es causada por una infección bacteriana que empieza como un resfrío común, con una tos leve.
En una o dos semanas, la tos se agrava y cada episodio puede durar varios minutos. Cada ataque de tos es seguido por ruido estridente cuando el que la padece trata de aspirar aire. La enfermedad puede durar hasta 10 semanas.
Para proteger mejor a los recién nacidos, los gobiernos estatal y federal están recomendando que las mujeres embarazadas se vacunen contra la pertussis cerca del final del embarazo.
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