Becky Marshall quería llevar a su bisnieta a Disney World, por eso cuando un club de viaje le llamó el año pasado para ofrecerle un pasaje aéreo pagado a cualquier parte del país, pensó que esa era su oportunidad.
"Casi siempre les cuelgo. No sé por qué ahora no les colgué", dijo Marshall, de 74 años.
Fue una artimaña que tuvo éxito gracias a la presión del vendedor y a la reacción impulsiva de la víctima.
El costo para Marshall y su esposo, Charles, fue de casi $4,000.
Los directivos del Better Business Bureau dicen que estas tretas funcionan porque los consumidores ignoran las señales de advertencia.
Las promociones de supuestos clubes de viaje son una de dos estafas que generalmente se disparan en el verano.
La otra consiste en una llamada de una persona en estado de pánico que dice ser un ser querido que ha quedado varado durante un viaje y necesita dinero de urgencia.
Son insistentes
A la llamada telefónica que recibió Marshall le siguió una cita en Carrollton.
Durante una hora la pareja escuchó una presentación en la que, según Marshall, los empleados se mostraron amables, a veces graciosos, y hasta citaron versículos de la Biblia.
Más tarde, recluidos en una oficina, los Marshall fueron blanco de una embestida de presión y, antes de percatarse, ya habían firmado un contrato.
De regreso a casa, Marshall descubrió que la letra chiquita del contrato estaba repleta de irregularidades: aerolíneas pequeñas y hacer pagos de registro, entre otras.
En cuanto llegaron a casa, Marshall trató de cancelar la compra, sin éxito.
El año pasado fueron formuladas más de 28,000 quejas por fraude y otros conceptos en Dallas, Fort Worth y Arlington, de acuerdo a la Comisión Federal de Comercio (FTC).
A fin de evitar las estafas de clubes de viaje, dice Doug Shupe, portavoz de AAA Texas, lo fundamental es investigar antes de firmar un contrato.
"Contacte al vendedor, al hotel o a la línea de cruceros directamente para que le den folletos o información", dice. Hasta una simple búsqueda en Google le puede servir, agrega.
Llamadas de pánico
Las autoridades también aconsejan estar alerta contra llamadas telefónicas de "parientes" que no lo son. A veces se les llama "la estafa de los abuelos".
"Estos son días en que la gente anda de viaje", dice Jeannette Kopko, vicepresidenta del BBB en el Norte de Texas. "Por eso es muy probable que las personas que reciben estas llamadas muerdan el anzuelo".
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